Plena inclusión organizó un viaje de exploración a Escocia, dentro de su proyecto ‘Mi Casa: una vida en comunidad’. El fin era observar sobre el terreno cómo funciona en aquel país su modelo de vida en comunidad para personas con discapacidad intelectual y del desarrollo con grandes necesidades de apoyo, de la mano de la organización anfitriona, Radical Visions.

La delegación incluía a los responsables del proyecto en las siete comunidades autónomas que lo están desarrollando, junto a representantes de alto nivel de varias administraciones públicas. Por parte del Gobierno de Aragón se desplazó el director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Ángel Val. ATADI también contó con la representación de una técnica, Ana Polo, a cargo del proyecto ‘Mi Casa: una vida en comunidad’ en la entidad.

Cuidados más allá de las instituciones

El Gobierno escocés cuenta con una dilatada experiencia en la prestación de cuidados y apoyos autodirigidos, fuera de las instituciones, para personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. La delegación española pudo indagar cómo viven quienes los reciben y observar las claves de este modelo y qué papel juega en él la Administración pública.

“Este viaje de exploración nos ha permitido conocer un sistema de financiación y un modelo de apoyos completamente diferente al español”, señala Esteban Corsino, responsable del proyecto Mi Casa en Plena inclusión Aragón. “Ha supuesto una fuente de inspiración que puede ayudarnos a seguir progresando para que las entidades del tercer sector, de la mano de la Administración aragonesa, podamos proveer de servicios más personalizados y flexibles a cada persona con discapacidad intelectual o del desarrollo, que le permitan avanzar en su proyecto de vida en comunidad”, asegura.
Escocia cuenta desde 2013 con una Ley de Cuidados y Apoyos Autodirigidos que establece el derecho de las personas en situación de dependencia a un presupuesto personal. Los trabajadores sociales de cada localidad realizan una valoración con el fin de asignar a cada persona la cantidad económica que le corresponde, en función de sus necesidades e intereses.

Después, la persona dependiente puede solicitar todo tipo de apoyos cercanos a su lugar de residencia. Para ello, dispone de cuatro opciones para gestionar su presupuesto. Puede hacerlo de forma directa, en función de su plan de vida y con revisiones periódicas por parte de la Administración, a través de un pago directo. Aunque la mayoría solicita el apoyo de una entidad social. Los beneficiarios también pueden pedir ayuda a la Administración para gestionar su dinero y buscar y contratar los apoyos, u optar por combinar las opciones anteriores.

Aprender de la experiencia de cuidados

La delegación española visitó entidades y viviendas y tuvo la oportunidad de hablar con profesionales de apoyo y con las propias personas con discapacidad intelectual. También tuvieron la oportunidad de comparar los detalles del sistema español y el escocés, en una dinámica que sirvió para fijar metas a corto y largo plazo para poder traer a España la experiencia escocesa.

Este viaje ha sido una experiencia inmersiva muy valorada por los profesionales de Plena Inclusión, así como por los representantes de la Administración pública, que han podido comprobar que es posible otro modelo de cuidados respetuoso con las elecciones de cada persona.