Usuarios y trabajadores de ATADI se han reunido este lunes, 25 de noviembre, en sus diferentes centros de trabajo para leer un manifiesto con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El manifiesto, coordinado por Fundación CERMI Mujeres, se ha centrado este año en la discriminación múltiple y los mayores riesgos de violencia de género a los que se enfrentan las mujeres y niñas con discapacidad.

Mayor riesgo de sufrir violencia de género

“En la Unión Europea vivimos 60 millones de mujeres y niñas con discapacidad que nos enfrentamos todos los días a una discriminación múltiple e interseccional en todos los aspectos de la vida”, comenzaba el manifiesto, que continuaba afirmando que “las mujeres con discapacidad tienen más riesgo de sufrir violencia de género y tienen más dificultad para acceder a los servicios donde las pueden ayudar”. Además, según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer del año 2019, “sufren más violencia sexual de su pareja o expareja que las mujeres sin discapacidad”.

A estos datos se suma el hecho de que los estereotipos que hay sobre las mujeres con discapacidad aumentan el riesgo de sufrir violencia y dificultan que la sociedad y las instituciones garanticen sus derechos.

Por todo ello, las mujeres con discapacidad exigen “que se atienda a las víctimas de violencia de género con discapacidad desde programas y servicios especializados, que deben estar asesorados por las entidades que atienden a este colectivo”. A lo que añaden que “también deben existir protocolos para detectar y apoyar a madres y cuidadoras de personas con discapacidad que son víctimas de violencia de género”.

Accesibilidad en los servicios de atención a víctimas de violencia de género

En el manifiesto se reclama también la realización de una auditoría en todo el país para ver si son accesibles los centros y servicios de atención a mujeres víctimas de violencia de género, los juzgados especializados en violencia de género y las campañas de publicidad y materiales informativos de sensibilización.

Debido a la desigualdad territorial se exige además “que en cada provincia haya un centro de referencia para la violencia sexual y un hogar de acogida para las víctimas que sea accesible”.

La lectura finalizaba así: “Hoy, 25 de noviembre, las mujeres y niñas con discapacidad de España unimos nuestras voces y nuestras fuerzas para exigir que nuestra realidad deje de ser invisible, para que nuestras demandas se tengan en cuenta en la política y para que exista un compromiso firme en la construcción de un futuro libre de violencias para todas nosotras. ¡Ni una menos!”.