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El azafrán cultivado por personas con discapacidad ya puede adquirirse en Diverco

Antes de que el sol haga presencia, entre luces, los trabajadores de ATADI Empleo, el Centro Especial de Empleo de ATADI, recolectan el azafrán que ellos mismos sembraron. Las delicadas flores violetas destacan sobre la tierra marrón antes de acumularse en las cestas. Esta apreciada especia ha disminuido su presencia en la provincia de Teruel, pero todavía se puede encontrar azafrán cultivado en la zona, especialmente en la Comarca del Jiloca, donde se trata de un cultivo arraigado en la historia y costumbres locales.

“Tras la recolección, llevamos las flores del azafrán al centro ocupacional de ATADI Teruel, donde personas con discapacidad intelectual las esbriznan, secan y empaquetan para su venta”, explica Javier Cantalapiedra, director de ATADI Empleo.

“La manipulación de las flores del azafrán requiere delicadeza y paciencia y el hecho de ser un proceso manual explica gran parte de su coste”, apunta Cantalapiedra. El esbriznado consiste en extraer los tres estigmas del pistilo de la flor del azafrán, que después deben secarse. “Una vez secos, los estigmas son muy frágiles, por lo que hay que manipularlos con cuidado a la hora de introducirlos en un envase hermético en el que el azafrán pueda conservar sus excelentes cualidades aromáticas y de sabor”, añade el director de ATADI Empleo. Estas cualidades son las que hacen del azafrán una de las especias más valoradas en la cocina, motivo por el que se le conoce como el “oro rojo”.

 

 

A la venta en Diverco

 

El azafrán cultivado por ATADI Empleo en Teruel puede adquirirse en Diverco, la tienda de ATADI ubicada en la calle Nicanor Villalta, esquina con calle Los Enebros, en el barrio de la Fuenfresca de la capital. “En todo el proceso de cultivo, recolección y venta están implicadas personas con discapacidad, lo que le da un valor añadido al producto, porque adquiriéndolo estamos contribuyendo a ofrecer oportunidades de empleo y atención a este colectivo, que se enfrenta a numerosas barreras”, resume Cantalapiedra.

El Centro Especial de Empleo de ATADI cuenta en la actualidad con 60 trabajadores, siendo más del 70% personas con discapacidad, principalmente intelectual. Según los últimos datos disponibles del INE, de 2020, el 82,4% de las personas con discapacidad intelectual se hayan desempleadas y las que tienen empleo cobran de media un 17,8% menos que las personas sin discapacidad.

A la vista de estos datos, se hace patente la necesidad de apoyar los centros especiales de empleo, que permiten que las personas con discapacidad accedan al mercado laboral. “La condición que más contribuye a la inclusión es tener un empleo, ya que disponer de un sueldo regular te permite tomar tus propias decisiones y participar en las actividades de la comunidad de un modo activo”, concluye Cantalapiedra.